17 DE junio de 2021
Cerdo, Invierno, Italiana, Pastas, Res

Albóndigas a la italiana
Estas son suaves, un tanto imperfectas en su circunferencia y repletas de todos los sabores que nos gustan. Sin complicaciones ni rellenos creativos; “a la italiana”, las llamo yo, pues recurrí a mi clásico mix de hierbas de la nonna e incorporé dosis generosas de mi consentido e inigualable Parmigiano Reggiano como fuente principal de umami. Adictivo… suculento. Ese es el peligro.
Las doramos muy bien antes de sumergirlas en la salsa; pues todo ese residuo tostado y caramelizado que queda en el sartén forma una fiesta de sabores al deglazarse; resultando en un platillo que no requiere de mucha descripción. Habla por sí solo… es, en esencia, una poesía en honor a la buena comida casera.




Albóndigas a la italiana
Ingredientes
- 8-10 PORCIONES
- PARA LAS ALBÓNDIGAS:
Una cebolla grande – 300g aprox.
Un trozo grande de pan baguette – 90g aprox. Lo puedes sustituir por cualquier tipo de pan.
3 Dientes de ajo
500g Carne molida de res
500g Carne molida de cerdo
1 Puño de perejil – 10g aprox.
Una cucharadita de hierbas italianas
1/2 Cucharadita de orégano en polvo
15g Parmigiano Reggiano – rallado
Un huevo
2 Cucharadas de aceite de oliva + extra para dorar las albóndigas
2 Cucharaditas de sal
Pimienta
- PARA LA SALSA:
Una cebolla grande – cortada en cuadros.
3 Dientes de ajo – picados.
Una cucharada de pasta de tomate – del concentrado que venden en tubo.
Una cucharadita de hierbas italianas
Una cucharadita de orégano en polvo
Una lata de tomates pelados y enteros – 800g
2 Cucharaditas de azúcar
Parmigiano Reggiano y albahaca fresca para servir
Instrucciones
- PARA LAS ALBÓNDIGAS:
En la procesadora de comida, tritura la cebolla, el ajo y el pan hasta que se forme una pasta (que no quede tan líquida, puede tener trozos pequeños de cebolla). *Si no tienes procesadora, puedes rallar la cebolla y el ajo y dejar remojando trozos pequeños de pan en esta mezcla.
En un bowl grande, incorpora la mezcla de pan con el resto de los ingredientes y amásalo muy bien con sus manos. Forma bolitas del tamaño de una pelota de golf.
Ahora, en un sartén amplio que no sea de teflón (porque el teflón no nos va a dar el caramelizado que queremos), agrega un poco de aceite de oliva y cuando se caliente coloca las albóndigas. Es mejor que lo hagas en tandas, pues si llenas mucho el sartén se te podría dificultar voltear las albóndigas (la masa es muy suave y delicada, hazlo con cuidado para que no se rompan). Aparta las que estén listas en un plato con papel absorbente.
PARA lA SALSA:
En el mismo sartén en el que doraste las albóndigas (lleno de residuos caramelizados y mucho sabor), sofríe la cebolla y el ajo con aceite de oliva. Agrega sal y un chorrito de agua para deglazar el sartén: raspa muy bien para que todo lo quemado se despegue. Cuando se haya evaporado casi toda el agua y la cebolla esté traslúcida, agrega la pasta de tomate. Sofríela por unos minutos. Ahora agrega las hierbas y la lata de tomates. Llena con agua la lata vacía para remover todo el residuo e incorpóralo a la salsa.
Con la cuchara que estés utilizando para revolver, rompe los tomates en trozos más pequeños, tapa el sartén y deja que hierva a fuego lento por media hora. Agrega el azúcar y rectifica sazón. Ahora sumerge las albóndigas en la salsa y deja que hiervan con la tapa por 45 minutos o más, revolviendo de vez en cuando con cuidado de no romperlas.
Cuando tengan una consistencia espesa y estén bien de sazón, apaga el fuego y ralla abundante Parmigiano Reggiano encima. Tapa el sartén por 3 minutos más. Sírvelas con hojas frescas de albahaca y más Parmigiano Reggiano. Las puedes acompañar con arroz, puré de papa o con pasta para un clásico spaghetti and meatballs.
Notas
- Barbera, sangiovese, aglianico o merlot.