22 DE junio de 2021

Invierno, Italiana, Otoño, Sopas

Sopa de frijol pinto, orzo y limón

Los días lluviosos de cuarentena tocaron mi puerta y dejaron un pedido —o mejor dicho una solicitud— en papel rugoso y tinta negra, grabada con caligrafía tan impecable que daba la impresión de ser una carta de aquellos tiempos antes de que existiera la imprenta.

Así fue como me hicieron llegar el mensaje de que cocinara una sopa.

¿Por qué? Se preguntarán… Pues resulta que los días lluviosos comparten esa maña de asomarse por las ventanas y observar la conducta de las familias encobijadas. Notaron que, lejos de alegrarse por su llegada, entran en un estado de desmotivación constante; no les gusta el color gris, prefieren el azul del cielo. Pero no se conformarían con esto… con el tiempo se han percatado de que no hay mejor preparación para consolar al cuerpo frío y alegrar una tarde gris que una sopa preparada con cariño.

Por eso le escribieron una carta a Mandoka, para que compartiera un pedacito de felicidad con los demás y así, tal vez, recordarle al mundo el valor de su presencia: cobijas suaves, gatos acurrucados, platos de sopa y, tras la ventana, un jardín verde saciado por la abundancia que brinda la llegada de un día lluvioso.

Sopa de frijol pinto, orzo y limón

Receta de Mandoka

Ingredientes

  • 6-8 PORCIONES
  • 500g frijoles pintos – puedes usar alubias o habas si prefieres.

  • 2 hojas de laurel

  • Una cebolla grande – cortada en trozos.

  • 3 dientes de ajo – cortados groseramente.

  • 2 tallos de apio – cortados en trozos.

  • Un pimiento rojo – puedes usar medio rojo y medio verde; en trozos.

  • Un tomate – cortado en trozos.

  • Una cucharadita de orégano en polvo.

  • 4 ramitas de tomillo fresco

  • Un limón eureka (amarillo)

  • 350g Orzo – puedes sustituirlo por cualquier pasta corta

  • Aceite de oliva

  • Sal y pimienta

Instrucciones

  • Enjuaga bien los frijoles y déjalos remojando en agua por toda la noche. Si no te da tiempo de hacer esto, puedes ponerlos en una olla con agua y una vez que hiervan dejar que reposen por una hora. Si las leguminosas suelen caerte pesadas, descarta esta agua; de lo contrario, utilízala para proceder con la cocción (si no los remojas antes, tardarán más en ablandarse). Colócalos a fuego lento con un poco de sal y las hojas de laurel por una hora.

    Sofríe en aceite de oliva la cebolla, el ajo, el apio y el pimiento. Sazona con sal y pimienta hasta que todo se haya dorado ligeramente. Agrega el tomate y el orégano en polvo, revolviendo hasta que el tomate se haya suavizado y su piel se desprenda con facilidad. Licúa esta mezcla con un par de cucharones de agua y agrégala a la olla con los frijoles. Agrega las ramas de tomillo y deja que hierva a fuego lento por 2-3 horas o hasta que los frijoles estén en el punto que te gusta. Puedes ir agregando agua si es necesario.

    En lo que están listos los frijoles, puedes ir cocinando el orzo. Yo te recomiendo que lo cocines aparte y que cada quién se lo sirva de manera individual.

    *El problema de cocinar el orzo en la misma olla de la sopa, es que si no se consume inmediatamente, con el tiempo irá absorbiendo el líquido, resultando en un orzo sobrecocido y en una sopa sin nada de caldo.

    El orzo se cocina como cualquier pasta. Pon una olla de agua a hervir, agrega sal y luego el orzo. Cuando esté al dente, cuélalo y rocíalo con aceite de oliva para evitar que se pegue.

    Cuando los frijoles estén suaves, agrega el jugo de medio limón y rectifica sazón. A mí me gusta agregar un par de puños de kale o espinaca cuando tengo a la mano, pero no es necesario.

    Sirve cada plato de sopa con un poco de orzo, unas gotitas de limón eureka, un chorrito de aceite de oliva y hojas de perejil fresco.

Notas

  • Chardonnay, albariño o sauvignon blanc.