25 DE junio DE 2021

Invierno, Primavera, Sopas

Sopa de apio con ajo rostizado

“Es difícil de describir, tiene un ‘je ne sais quoi’ que me encanta, ¿de qué será? ¿de dónde viene ese sabor?”

Esta sopa es un elixir de umami. Plato de poderes místicos que, por su profundidad de sabor e irresistibles, complejas y tentadoras cualidades, tiene esa capacidad de provocar una reacción química en el comensal: que lo deja boquiabierto, pensativo. Impregna en su mente una curiosidad y una duda que le será imposible sacar de la cabeza.

Si el comensal es alguien como tú o como yo, no descansará hasta que el chef le pase todos sus secretos. Si fracasa, experimentará sin descanso en la cocina hasta dar con el resultado perfecto. Porque una sopa como esta, un elixir así… hay que tenerlo en la carpeta de recetas.

Sopa de apio con ajo rostizado

Receta de Mandoka

Ingredientes

  • 6 PORCIONES
  • Una cucharada de mantequilla

  • Una cebolla grande – 300g aprox.

  • 650g de apio (celery)

  • Una cabeza grande de ajo rostizado

  • Un diente de ajo – sin rostizar.

  • 6 ramitas de tomillo fresco

  • Gotitas de limón – puedes usar limón Eureka para un toque más perfumado.

  • 2L caldo de pollo – con muy buen sabor.

  • *Opcional: Un puñito de Parmigiano Reggiano rallado y su cera.

  • PARA EL ACEITE DE PEREJL:
  • 5 hojas de perejil

  • 1/4 Taza de aceite de oliva extra virgen

Instrucciones

  • PARA EL ACEITE DE PEREJIL:
    Licúa las hojas de perejil con el aceite de oliva hasta que se vea un aceite verde. Puedes agregar más aceite si crees que es necesario. Lo que sobre lo puedes usar para pastas o ensaladas.

    PARA LA SOPA:
    Si a tu caldo le falta sabor, es buen momento para mejorarlo con las hojas de apio o con cualquier verdura que tengas a la mano, solo tienes que ponerlo a hervir hasta que tenga una profundidad de sabor que te guste.
    En una olla grande agrega dos cucharadas del aceite infusionado con ajo rostizado y una cucharada de mantequilla. Corta la cebolla en trozos y sofríe por unos minutos con sal y pimienta. Agrega el apio en trozos y el diente de ajo que no está rostizado. Sazona con sal y pimienta.
    Agrega 10 dientes de ajo rostizado (no le tengas miedo al ajo, deben ser 10 dientes grandes para alcanzar la profundidad de sabor y el umami que queremos), las ramas de tomillo y el caldo de pollo hasta cubrir. Aquí podrías agregar una cera de Parmigiano Reggiano si tienes a la mano. Una vez que hierva, deja que se cocine a fuego lento por una hora o hasta que el apio ya no se vea de color verde intenso y los ajos se deshagan al tocarlos.
    Retira las ramas de tomillo, la cera de parmesano y licúa muy bien en dos o tres tandas. Aquí juega un papel muy importante tu licuadora: si notas que no le da esa apariencia “silky”, podrías colar la sopa para evitar una textura rústica.
    Regresa a la olla y agrega más agua/caldo si la ves muy espesa o redúcela un poco si la ves muy líquida. Agrega unas gotitas de limón y rectifica sazón. Podrías agregar un poco de Parmigiano Reggiano rallado si quieres. Sírvela con un chorrito de aceite de perejil y prepárate para un elixir de umami.

Notas

  • Chardonnay, sauvignon blanc o pinot noir.