22 DE junio de 2021

Cerdo, Mexicana, Ocasión especial, Otoño, Res

Pollo a la naranja

Juliana es de las personas que no disfrutan la comida. De esas que preferirían tomar una pastilla para calmar su hambre, pues dicen que comer es una pérdida de tiempo, ¿conocen a alguien así? Y aunque perdió mi respeto cuando salieron esas atrocidades de su boca, no me quedó de otra más que alimentar al alma gris que tenía como invitada.

Decidí cocinar un pollo a la naranja. No por su reconocida cualidad de sorprender siempre a los invitados… para nada; simplemente por la practicidad de cocinarlo en grandes cantidades. Además, cuando conoces a un alma gris como Juliana, puedes servir comida de McDonald’s y con eso se conforman… pero yo también iba a comer en la mesa, y a mí sí me gusta comer bien.

Juliana le dio un bocado y me pareció escuchar un suspiro que salió de su boca. “¡Wow, el mejor pollo que he comido en mi vida!”, dijo. “Claro, si solo has probado los pollos de Panda Express”, pensé. Para mi sorpresa, repitió como tres veces y la mesa estuvo llena de sonidos de placer.

El truco con las personas como Juliana es cocinar algo que sea básico pero irresistible al mismo tiempo: un plato de gusto universal. Así es este pollo a la naranja, pues su equilibrio perfecto entre acidez y dulzor le dan al plato una profundidad agridulce imposible de resistir.

Y aunque nunca les desearía que su mesa se llene de almas grises, siempre es bueno tener este tipo de recetas a la mano. Así, los que amamos la cocina somos felices, y los que piensan como Juliana pueden experimentar por primera vez un placer culinario.

Pollo a la naranja

Receta de Mandoka

Ingredientes

  • 4 PORCIONES
  • 1Kg Pechuga de pollo sin hueso

  • Un limón

  • 2 Cucharadas de maizena

  • 2 Cucharaditas de sal

  • 1/4 Taza de aceite vegetal

  • 2 Tazas de jugo de naranja

  • 4 Cucharadas de azúcar morena

  • 2 Cucharadas de salsa de soya

  • 2 Cucharaditas de aceite de ajonjolí

  • 20g Jengibre – pelado y rallado.

  • 2 Dientes de ajo grandes – cortados finamente.

  • 1/4 Taza de vinagre de arroz

  • Un puño de semillas de ajonjolí + extra para servir.

Instrucciones

  • Corta las pechugas de pollo en cubos. En un bowl, agrega el pollo, agua fría hasta cubrir y el jugo de un limón. Déjalo reposando en esta mezcla por dos minutos y enjuágalo con agua fría. Sécalo muy bien y cúbrelo con la maizena y las dos cucharaditas de sal.

    En un sartén con bordes altos, agrega el aceite vegetal y cuando esté caliente agrega el pollo. Dóralo muy bien por todos lados y retíralo conforme vaya estando listo en un plato con papel absorbente.

    En el mismo sartén con los restos dorados del pollo, agrega jugo de naranja, azúcar morena, salsa de soya, aceite de ajonjolí, jengibre, ajo y vinagre de arroz (es muy importante que no omitas este último ingrediente).

    Cuando comience a hervir ayúdate con una cuchara para desglazar todo el residuo dorado del fondo (¡Ahí está todo el sabor!). Permite que hierva por 5 minutos y agrega el pollo que habías apartado. Déjalo hirviendo hasta que se haya evaporado casi todo el líquido y tengas una salsa muy oscura y espesa: es importante ser pacientes y dejar que reduzca lo suficiente para que se caramelice. Cuando alcance este punto, apaga el fuego, rectifica sazón y agrega un puño de semillas de ajonjolí. Sírvelo con arroz blanco y más semillas de ajonjolí para decorar.

Notas

  • Riesling, gewürztraminer o algún rosé seco.