Biscotti de mi casa

Para alcanzar una textura óptima en los biscotti, se necesita consentir a la masa con una buena música de fondo. No le gusta el sonido de peleas familiares o de despechos domingueros, pues estos provocan que se suba la tensión en el ambiente resultando en unos biscotti demasiado ásperos. Prefiere canciones instrumentales que le recuerden a sus tiempos en panaderías italianas; y el sonido de la lluvia también es aceptado.

Por otro lado, el sabor es sensible a la calidad de las manos que manejen la masa. Pues verán, unas manos que han sido partícipes de maltratos o golpes, suelen dejar un residuo químico que altera negativamente el amargor del producto. Prefiere unas manos que se han usado para cuidar y consentir a otros, pues estas dejan un aroma particular muy difícil de replicar por cualquier otro medio.

Pueden seguir la receta al pie de la letra, pero recuerden que cuando nos metemos en el ajeno mundo de la pastelería, es importante cuidar hasta el más mínimo detalle. Si cumplen con los consejos previamente mencionados, además de haber disfrutado el proceso con buena música y buena compañía, los biscotti les van a saber mucho mejor.